Valdarno es, como su nombre indica, el valle atravesado por el río Arno, situado entre Arezzo y el Área Florentina. Esta zona turística mantiene su tradición, historia, e incluso una notable actividad industrial.
Sin embargo, el patrimonio artístico y los panoramas encantadores en Valdarno no se han visto afectados por el desarrollo de las empresas. Valdarno Aretino es singular y pintoresco, un verdadero sinfín de armoniosas pendientes surcadas por innumerables acantilados escarpados y erosionados por las lluvias. Aquí todo es color: las manchas morenas de los pinos encaramados en los barrancos, los robles oscuros en el fondo de las quebradas de arcilla amarillenta que se abren como heridas, el plateado eterno de los olivares y el verde de los viñedos que se purpura cada año al final del verano. La naturaleza es muy vital y bien preservada y son numerosos los lugares que puedes visitar, como la Reserva del Valle del Infierno o el Oasis Bandella, con una zona pantanosa que atrae a los amantes del turismo tranquilo y de la observación de pájaros; el impecable Rosedal Fineschi en Cavriglia, un jardín maravilloso que cuenta con una colección de más de 6.000 variedades de esta elegante flor. La lista no estaría completa sin mencionar las altas laderas del monte Pratomagno, un relieve que supera los 1500 metros de altura y que se puede alcanzar fácilmente desde Loro Ciuffenna.
Un elemento que más que ningún otro puede caracterizar en manera singular el paisaje son las Balzas, un fenómeno erosivo que ha originado barrancos arcillosos con su típico color amarillento. Su belleza es inconmensurable y es por este motivo que existe un área natural protegida de más de 2000 hectáreas, en Terranuova Bracciolini y Castelfranco Piandiscò. El perfil de estos barrancos llaman mucho la atención, ahora y en el pasado, que incluso Leonardo da Vinci los ha pintado en los fondos de algunos de sus cuadros más famosos, como el retrato de la conocida Mona Lisa. Sin embargo, el genio no fue el único que se dejó encantar por los matices de estos escenarios naturales, de hecho, otros dos grandes artistas han dejado evidencias de su trabajo aquí: Beato Angelico y Masaccio. En San Giovanni, en particular, se puede admirar un panel de la Annunciazione de Beato Angelico y la casa donde nació Masaccio.
La naturaleza de Valdarno no sólo es bonita sino que es un conjunto de recursos preciosos que el hombre ha sabido aprovechar hábilmente. Esta tierra conserva una fuerte tradición agrícola, principalmente dedicada a la producción de vinos y aceites de oliva de óptima calidad, como lo demuestran los itinerarios del "Camino del Vino Tierras de Arezzo", que continúa hasta Val di Chiana, la producción de Alubia Zolfino o el delicioso tocino Tarese, un presidio Slow Food producido entre Terranuova Bracciolini, Montevarchi y Bucine.
Resumiendo, Valdarno Aretino conserva en sus paisajes granjas y fincas que mantienen el aspecto agreste de la campaña toscana, pero también se encuentran pueblos interesantes, aldeas con vestigios de murallas urbanas, fuertes y castillos.