Toscana es el corazón de Italia, siempre ha estado en el centro de la historia y de un extraordinario sistema naturalístico y paisajístico, atravesado por pequeños y grandes itinerarios. Paso a paso, es posible adentrarse en un patrimonio de pueblos acogedores y grandes ciudades de arte que encuentran una vía de conexión natural en los caminos históricos. Es una forma antigua pero también nueva de entrar en contacto con los recursos y los iconos del territorio.
Los pasos apenínicos de Radici, la Cisa, el Alpe Serra y la Croce Arcana indican la sugestiva entrada a este mundo donde el tiempo lo marca el sonido de nuestros pasos y sigue el ritmo dictado por el placer de caminar.
Los parques de los Alpes Apuanos y del Apenino Toscano-Emiliano, de los Bosques en Casentino, de Migliarino, San Rossore y Massaciuccoli son sólo cuatro de las numerosas áreas naturales que se encuentran en los recorridos. Los itinerarios conducen a occho lugares de Toscana declarados Patrimonio de la Humanidad.
Se camina entre Arezzo, Siena y Florencia en los territorios orientales de la Toscana, mientras que en dirección opuesta se encuentran los centros históricos de Prato, Pistoia, Lucca, Pisa y Livorno, para finalmente encontrar una salida al mar Tirreno. Las ciudades del arte se convierten en nudos de intercambio entre un camino y otro, puntos neurálgicos de un sistema que conecta historias, personas, emociones.
Y luego está ese pequeño mundo antiguo de pueblos que nos habla de épocas y tradiciones, revelándonos los secretos encerrados en las iglesias, expuestos en los museos y diseminados por el campo, permitiéndonos conocer Toscana de una forma diferente, personal y sostenible.
El Atlas de los Caminos dibuja la red de itinerarios culturales que, encontrándose y recorriendo el territorio, constituyen verdaderos puntos de acceso al gran patrimonio histórico-artístico y naturalístico de Toscana.